"Un país que no apuesta a la cultura está condenado a la mediocridad" (Anónimo)





domingo, julio 03, 2011

En el medio de las redes



Los medios masivos de comunicación nos tratan como "objetos de consumo”, una especie de entelequia con capacidad limitada de adquirir cosas.

Somos el fiel de la balanza en el mercado, eso somos, eso somos?

El tema es que lo aceptamos así, lo vemos como normal, como parte de la realidad establecida.

Una ciudad es más importante –para los medios- cuantos más habitantes tiene, cuantos más potenciales compradores existen. La pelea de los medios por la audiencia es directamente proporcional al interés por aumentar sus anunciantes, que a su vez, nos necesitan para vendernos cosas que rara vez necesitamos.

Los comunicadores en los medios masivos (TV, Radio, Diarios, Cine, etc.) son quienes nos adornan los productos, para que lleguen a nuestros hogares envueltos como mensajes.

El problema es que –como grandes colectores de cultura- los medios tradicionales se han transformado en una carnicería, una maquina de picar carne, se lo comen todo, especialmente la TV. Denigra constantemente al ser humano, lo somete, lo idiotiza, lo hace su esclavo cultural.

Los medios condenan antes que la justicia, si la policía toma a alguien “presuntamente” culpable de un hecho, se nos presenta como “culpable” con todo lo que ello trae consigo. Imaginen alguien que es acusado de algo que no cometió y se lo somete al escarnio público, se lo culpa públicamente, es terrible, ha habido casos en los que esa condena ejercida previamente por los medios condiciono la justicia y su veredicto. Lo que quiere decir que además, de idiotizarnos, entretenernos, desinformarnos, a culturizarnos, etc.…además tienen el poder de condenarnos.

Pero la culpa no es del chancho, nosotros se lo permitimos, nuestra comodidad, nuestra falta de inquietudes, la pereza para pensar por nosotros mismos, nos gusta que nos lo den todo digerido. Nos negamos a asumir la realidad porque es más fácil creer en la realidad que nos montan.

¿Resulta entonces que somos víctimas de una especie de mano negra que nos quiere someter, de un cerebro dominante que se aprovecha de nuestra pasividad? No, no siempre es así, no debería ser así…basta con que dejemos de permitirlo. El poder que tienen los medios sobre nuestras conductas es concedido por nosotros mismos, somos quienes otorgamos ese poder, es hora de desactivar esa cadena de dependencia viciosa.

Vemos TV, la miramos, pero, deberíamos “observarla”, “analizarla”. Damos por sentado que todo lo que en ella se emite es bueno, verdadero, creíble y hasta diría que si no sale en TV no existe.

La Tv se encarga de darnos la dosis diaria de morbo que otrora nos daba el circo, se puede hacer una analogía de eso. Somos la sociedad de la Tv, el control remoto, el control mediático.

¿Y quienes están detrás de todo esto? Sabido es que el poder económico empresarial multinacional ha marcado tendencias en torno a la acumulación de medios de comunicación.

Casos conocidos como el de Italia con Berlusconi son solo alguno de los miles de ejemplos que muestran como al poder mercantil le seduce apropiarse de los canales por los cuales colocara luego sus productos. Y es eso en lo que se han convertido, detrás del entretenimiento, de la noticia, de la novela, del juego deportivo, etc., se encuentra el escaparate donde se nos ofrecen cosas que comprar.

Se nos construyen y repiten verdades incuestionables, esas verdades, que van desde la llegada del hombre a la luna, el ataque a las torres del WTC, la guerra de Irak (todas las guerras), la muerte de Bin Laden, la democracia de Afganistán, algunos grupos terroristas (como AlQaeda) y muchas otras cosas, nos están diciendo que debemos empezar a cuestionar, debemos levantar nuestro umbral de la fe, pero sobre todo y gracias al advenimiento de las redes sociales, deberemos construir nuestros propios puentes de comunicación, nuestras redes.

Un lugar donde todo sea cuestionable, horizontal y sobre todo…libre sin censura.

Tenemos que agradecer a la “globalización” –otrora mala palabra- ya que gracias a ella se ha podido provocar el encuentro entre pueblos distintos y distantes. Con ello la comparación, la simultaneidad, la experiencia del camino recorrido.

Redes sociales

Aquí es donde entran las redes sociales, precisamente como herramienta para “encontrarse” sin intermediarios, sin editoriales, con franqueza, con la intensión de acercarse, de compartir, de hacer.

Habrá que cuidarse de no entrar en falsos chauvinismos, aceptando nuestras diferencias, rompiendo con los falsos preceptos, derribando los grandes mitos, alertando de los movimientos dirigidos, cuestionando, revisando, animándonos a pensar sin prejuicios.

La lógica del mercado, del consumo, nos pone en el lugar de “objetos”. Ese es el modus operandi, habrá que tener la creatividad para cambiar esto. Usemos las redes sociales para ejercer como “sujetos de derecho”, sin ídolos inventados, sin falsos profetas

Que pasa cuando los medios son auto-referenciales, cuando el discurso es el medio, cuando lo que tienen que decir –el mensaje- es revolverte? Como ya lo advirtió M. Mcluhan, “el medio es el mensaje”.

¿Acaso no hay nada que decir? ¿No hay mensaje? ¿No hay intelectos que descubrir? ¿No hay ideas que compartir?

¿Hasta cuando seguiremos aceptando la realidad que nos montan, las verdades que manipulan u ocultan?

Es el tiempo de las redes sociales, la mayor revolución en la historia de la democracia y la comunicación que recuerde, es hora de defender su linealidad, su eficacia, su libertad... Seguramente soplaran tiempos de "controles necesarios" por el abuso en el uso o los contenidos que nos intercambiamos, no lo aceptemos, defendamos la mayor conquista de democracia virtual jamás conseguida por el hombre, esta que logramos a través de las redes sociales y que atraviesa las fronteras, que derriba los muros migratorios impuestos por miles de años.

Vayamos por la utopía del mundo sin fronteras, sin barreras, un mundo de inclusiones, de culturas compartidas, de historias manifiestas.

Es probable que no hayamos tomado conciencia del fenómeno que estamos viviendo, es como estar en medio de una gran revolución pero los ruidos no nos dejan apreciar lo magnifico del momento. Bastara que nos alejemos unos años para darnos cuenta que este momento será icono en la historia de las comunicaciones en el mundo entero.

4 comentarios:

Ana Schwarz dijo...

Estoy de visita en Houston Tx/por la cercanía con EUA, toda la vida he viajado con mucha frecuencia a este país. No me considero fan de los americanos ni mucho menos, pero no puedo dejar de apreciar la forma en que las oportunidades se dan aquí, para todo tipo de personas.
Me gusta mucho platicar con los inmigrantes mexicanos (aquí es el paraíso para ellos) y escuchar la forma en que describen el enorme esfuerzo que hacen al llegar a un país cuya cultura es tan diferente/ Primero para aprender el inglés y soportar la terrible discriminación. Pero para ellos, encontrar trabajo y poder enviar $$ a su casa en México, no tiene precio...
El entorno de educa, te motiva, te impulsa...mientras no dejemos de lamentarnos de lo que no tenemos, y por el contrario, cuando logremos motivar y empoderar a las personas para que asuman una actitud autogestiva , la realidad y el futuro de nuestras naciones latinoamericanas nunca podrán tener una oportunidad de transformación…
Felicidades por tu artículo que me llevó a esta reflexión...muy interesante y muy bien escrito.
Un abrazo desde México...

Anónimo dijo...

Sаluԁos,
Tengo que геconocer que haѕta haсe poco no me
molaba mucho еlblog, pеro ultimamentе estoy visіtanԁolo frecuentemente y
me esta gustanԁo mаs.
Buеn trabаjo!
Here is my web blog : Alberto

Fernando Ferreira dijo...

Gracias Anna, que bueno que te haya gustado. Fuerte abrazo.

Fernando Ferreira dijo...

Gracias Alberto. Un abrazo


fernandoferreira@montevideo.com.uy